miércoles, 12 de agosto de 2009

067# El perro sobre el tejado de zinc

La señora Lidström salió como cada mañana a dar un paseo por las calles de Visby, la ciudad que la vio nacer noventa años atrás. Aquel día de invierno hacía un frío de espanto, y la anciana pensó en acortar su recorrido para regresar antes a casa. Cuando llegó a la altura del jardín de los Simonsson, no creía lo que estaba viendo. Se acercó un poco más a la casa y miró hacia arriba frotándose los ojos. Efectivamente, sobre el tejado se encontraba el perro de los Simonsson, un San Bernardo de alrededor de cien kilos de peso. La señora Lidström se preguntó cómo podía el perro haber subido hasta el tejado, si no había escaleras ni nada parecido. En ese momento, el animal se giró y comenzó a defecar sobre la mujer. El traumatismo craneoencefálico fue fatal y aquel fue el último paseo matutino de la señora Lidström.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado ver el tamaño de semejante monumento!!! XD

Un beso

eL KoProFagO dijo...

Sería un señor chorongo, pero el mayor daño fue causa de la congelación mientras caía, que lo endureció. Lo flipo.